Grandezas del Norte Chico

RECIENTES HALLAZGOS EN CARAL CONFIRMARON GEOGLIFOS MÁS ANTIGUOS QUE LOS DE NASCA. Y POR EL ANIVERSARIO 138 DE LA CIUDAD DE HUACHO SE ELABORÓ UNA SALCHICHA DE 157 METROS

A un suspiro de Lima, el norte chico siempre es fascinante. Despertar en la carretera con un chicharrón de cerdo, camote frito, panes y café humeante es sinónimo de gloria y buen camino. 

Revelaciones de Caral
“Acabo de llegar de los cerros aledaños y he confirmado la existencia de unos extraordinarios geoglifos muy cerca de nosotros”, nos revela la doctora Ruth Shady, directora del Proyecto Arqueológico Caral, tras haber sobrevolado minutos antes la zona de los descubrimientos, al extremo sur del valle de Supe.

Se tratan de unos geoglifos que tienen las formas de la espiral prehispánica, el símbolo universal de continuidad. Hoy, esta espiral se ha convertido en el ícono de Caral y también en la figura de la Marca Perú. Pero la novedad del hallazgo es que “se tratan de una líneas 3,000 años antes que las de Nasca”, asegura la arqueóloga.

Otro de los aportes de Caral al mundo, es que una delegación de ingenieros japoneses llegó a este sitio arqueológico para investigar las estructuras antisísmicas de barro y piedras que emplearon los antiguos peruanos. En estos momentos Japón está replicando la tecnología que Caral usó hace cinco mil años.

Supe, milenariamente fue un valle algodonero por excelencia. Y como no podía ser de otro modo, el proyecto Caral se ha propuesto -mediante una chacra demostrativa- recuperar el cultivo del algodón de colores: rojo, beige, crema, verde, azul, negro. El rescate de la identidad va de la mano con la inclusión de 250 pobladores locales, quienes trabajan en el sitio arqueológico.

Sólo en este año, el proyecto ha invertido cinco millones y medio de soles en los trabajos de investigación. Pero la directora y su equipo siguen trabajando en 11 sitios arqueológicos, de los 21 que existen en todo Supe. Los científicos están tras la pista del milenario cementerio de Caral. Se cree que estaría cubierto por un arenal, al sur del valle. Esa es una tarea pendiente.

Según Ruth Shady, el habitante de Caral era un hombre pacífico, no le gustaba los conflictos. Esto en razón al haberse encontrado 32 flautas traversas, 38 cornetas y 4 antaras. Se trata de una civilización de hace cinco mil años -contemporánea a la de Mesopotamia, China, India y la antigua cultura egipcia- que le gustaba la música, vivía en un estado de equilibrio espiritual. Pero también,  asegura, que la lengua quechua se originó en Caral, y después los incas lo continuaron, tal como se conoce hoy en día.

El sitio arqueológico acaba de cumplir 18 años de investigación y puesta en valor. Y la doctora Shady sigue firme en que Caral fue una civilización, apoyada en 130 fechados radiocarbónicos del mundo, los que han demostrado en la arqueología, que la civilización no requiere de cerámica. Esto en expresa respuesta a las dudas de que Caral no sería una civilización por no reportar rastros de cerámica.

Hoy, el mundo lo reconoce a Caral como la cuna de la civilización más antigua de América. En el 2009, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad. Y PromPerú sigue indesmayable en promover a que más peruanos conozcan su propia cultura. Vale el esfuerzo.

Grito de Libertad

La población de Huaura se siente orgullosa de ser cuna de la libertad. Y no le falta razón. Ayer estuvieron de fiesta por los 138 años en que se recuerda el arribo de José de San Martín a una de sus playas un 10 de noviembre de 1820. Pero fue el 27 de noviembre, el día en que el generalísimo dio el grito libertario desde uno de sus balcones. Este balcón sigue en pie, y también la casona que fuera construida por el duque San Carlos en 1710. Hoy, el recinto se ha convertido en una parada obligada de turistas y visitantes. Es un santuario de la cultura.

Y mientras los vecinos celebraban ayer con el emblemático licor de guinda, Rosa Saavedra, responsable de turismo de la municipalidad de Huaura, suelta la noticia del hallazgo reciente de un templo preinca con plazas en formas de “U”. Se trata del centro arqueológico Chacra Socorro, ubicado a pocas cuadras de la ciudad y muy cerca del mar -que en un área de ocho hectáreas- ha deslumbrado a los arqueólogos y a la población local.

Estar por aquí, es aprovechar para darse una vuelta por la albufera de Medio Mundo (altura del kilómetro 177 de la Panamericana, en el distrito de Végueta). Si bien luce un tanto descuidado, es uno de los humedales importantes para las aves migratorias que hacen su paso por esta Área de Conservación Regional. En unos días más ya empezarán a funcionar los restaurantes y bungalows.


Lima al escape

Siempre es interesante ingresar a las Lomas de Lachay, una de las más antiguas del Perú (de las 67 que existen en la costa) que se ubica a la altura del kilómetro 105 de la Panamericana Norte. En esta época del año se cubre de un manto amarillo que llama la atención. Es la floración de la ortiga negra silvestre. Es señal que la temporada de lomas llega a su fin. Pero siempre hay algo que ver. El guardaparque Miguel Ángel Antonio, incentiva a los turistas a ver golondrinas migratorias, aguiluchos, gorriones, turtupilines y vizcachas. Hace un par de años que ya no se ve a los zorros costeños. Ahora merodean las granjas de pollos.

Antes de regresar a Lima hay un desvío que lleva a la playa Chacra y Mar (kilómetro 19 del serpentín de Pasamayo) donde se levantan 30 ecotrulys que corresponde al monasterio de los Hare Krishna. Los trulys (parecidos a los iglúes de los viejos templos de la India) mantienen la temperatura ideal, son antisísmicos y renuevan la energía. Este, el de Chancay, es el más grande de Sudamérica. Actualmente cobija a 20 misioneros peregrinos. Bhāvani es una paraguaya que llegó hace poco a esta residencia para afianzar su vida espiritual. Priyavrata es un chileno que hace de guía turístico. Hace unos días estuvieron aquí los maestros espirituales Paramadvaiti Swami y Vrinda Atulananda.

Los Hare Krishna no se alimentan de animales por el amor universal que profesan. Son vegetarianos. En lugar de carne comen soya. Su finca ecológica cuenta con 28 habitaciones para hospedar al visitante. Y los que se animan pueden practicar yoga, conocer la interpretación de los astros, recibir clases de pintura al óleo y en vidrio, hay terapias alternativas como el tai chi, aromaterapia, reflexología, regresiones, e incluso, aprender a tocar música védica. Estas son las maravillas del norte chico. Las grandezas para escaparse de Lima.


La salchicha más grande del Perú
-  En el Festival de la Salchicha Huachana (3 y 4 de noviembre) se prepararon 157 metros de salchicha, utilizando 200 kilos de carne de cerdo. Es el embutido más grande que se haya visto en el Perú.
- Según la presidenta de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (AHORA Región Lima), Dora Pineda, la verdadera salchicha huachana contiene el 80% de carne, el 20% de grasa, pero es el achiote, la especería que le da el sabor especial.
-  El mejor desayuno huachano (salchicha, chicharrón de cerdo, relleno, camote frito, tamal, salsa criolla, 3 panes francés y café) lo encuentra en La Estrella café gourmet. Violeta Brandán lo atenderá como un rey. 
-  La municipalidad provincial de Huaura acaba de instaurar -por Acuerdo de Concejo N° 009 – 2012- el Festival de la Salchicha Huachana, la primera semana del mes de noviembre.
-  Y para que el sabor sea completo, el restaurante Don Tato en Barranca, sirve celestiales tacu tacus: doble, con picante de mariscos, y de lenguado. Simplemente exquisito.

El Dato
Huacho es sede del Gobierno Regional de Lima. El 10 de noviembre de 1874, el Congreso de la República decide que Huacho tenga la Categoría de Ciudad Capital de la Provincia de Chancay, hoy Huaura, en coincidencia con el día en que desembarcó la escuadra libertadora del general San Martín, ocurrida el 10 de noviembre de 1820.

Texto y fotos: Iván Reyna Ramos, publicado en el diario Expreso.

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